Cuando fue candidato al gobierno de Nuevo León, Jaime Rodríguez, el Bronco, cuestionó a los políticos gastalones, a los políticos improvisados, a los políticos mentirosos, a los políticos que no vivían donde gobiernan y a los políticos opacos.
Curiosamente, hoy El Bronco demuestra que es más de lo mismo. O si lo prefiere, que comete los errores que antes cuestionó.
En entrevista para La Otra Opinión, Mauro Guerra –dirigente del PAN en Nuevo León–, adivrtió que el gobierno del Bronco es un gobierno de ocurrencias.
Por ejemplo, al inicio de su gestión, Jaime Rodríguez dijo que desaparecería la tenencia. No obstante, cambió de parecer y mantuvo el impuesto.
Al inicio de su gestión, Rodríguez también dijo que apoyaría a los municipios. No obstante, se opuso a que se redefinieran los tiempos para asignar recursos a las alcaldías.
Al inicio de su gestión, Rodríguez prometió que en Nuevo León operaría la revocación de mandato por consulta popular. No obstante, vetó la iniciativa.
Para Mauro Guerra, el retroceso que se vive en Nuevo León es tan fuerte que pareciera que el primer año de Jaime Rodríguez es, en los hechos, el séptimo del ex gobernador Rodrigo Medina, quien se fue en medio de descalificaciones y cuestionamientos.
Según el panista, El Bronco vive en campaña permanente, el Bronco viaja por todo el país presumiendo cómo ganó una elección pero no se dedica a gobernar el estado que ganó. Y para rematar, Jaime Rodríguez tampoco es transparente pues no explica cómo viaja, a dónde viaja y con qué recursos viaja.
Hoy, la falta de orden es palpable en Nuevo León. Por eso, para Mauro Guerra, el Bronco es más de lo mismo.
