No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla. Este martes, para sorpresa de muchos, el exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, se presentó ante los tribunales del estado, luego de haber pospuesto su audiencia de imputación —prevista en un principio para el pasado 28 de julio— a través de un recurso de amparo.
Así, Medina ostenta el nada honroso récord de ser el primer exgobernador en la historia de Nuevo León en sentarse en el banquillo de los acusados en un proceso judicial. La fiscalía anticorrupción de la entidad le imputa cargos por delitos patrimoniales, peculado, ejercicio indebido de funciones y el desvío de 3 mil 600 millones de pesos en la firma de contratos con la empresa automotriz Kia.
Por su parte, el priista declaró no haber cometido ningún delito, y se dice con la conciencia tranquila. También afirma que no está tratando de retrasar el proceso judicial en su contra, pues confía en poder demostrar su inocencia, pues además del recurso que le permitió posponer la audiencia del 28 de julio, Medina tramitó otro amparo para no presentarse por segunda vez; mismo que le fue negado.
Y aunque Medina se presentó a comparecer, para algunos se trata de una farsa pues esperaban que fuera detenido.
Asimismo, hay otros que señalan que en el caso de Medina no va a pasar nada ya que no existen acusaciones contundentes y se trata más de un circo mediático que no va a terminar en nada.
Actualmente, el exgobernador se encuentra amparado contra órdenes de detención, arraigo o detención, aunque condicionadas a su presencia ante el juez. ¿Será que Rodrigo Medina piensa ampararse por los siglos de los siglos para posponer el proceso en su contra?
Por lo pronto, con el tema del combate a la corrupción en boga, parece poco probable que el PRI meta las manos al fuego por Medina. Es más, su caso luce como una oportunidad para que Enrique Ochoa Reza demuestre que su promesa de limpiar al tricolor de funcionarios corruptos va en serio. Cabe recordar que el presidente del PRI anunció en su toma de protesta que pediría a los gobernadores de su partido que rindan cuentas, y que negaría el acceso a cargos públicos a todos aquellos funcionarios con antecedentes de corrupción. Entonces, ¿pedirá Ochoa Reza que Medina le rinda cuentas sobre su sexenio al frente de Nuevo León? ¿Será expulsado del partido o se buscará reacomodarlo?
