¿Efecto cucaracha o ingobernabilidad?

 

La mañana de ayer un doble asalto tuvo lugar sobre el Periférico de la CDMX, en donde los vehículos circulaban de manera lenta debido al tránsito de la zona y dos delincuentes aprovecharon la situación y encañonaron a los conductores de dos coches diferentes.

Las autoridades respondieron de manera inmediata debido a las reacciones ocasionadas por la imagen que se hizo viral y hoy policías capitalinos supuestamente reforzaron la seguridad no sólo sobre el lugar en donde ocurrieron los hechos, sino sobre toda la vía.

Por su parte, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, reveló este día en plena plancha del Zócalo, que debido a los asaltos como el de ayer, se implementó un operativo en Constituyentes y eso precisamente ha provocado un efecto cucaracha.

Es decir que los delincuentes que operaban en la otra avenida se movieron a otros lados.

Sin embargo, el evento de ayer pone en claro las primeras señales de ingobernabilidad en la capital del país.

Y es que la autoridad de un estado pierde poder cuando los delincuentes dejan de tener miedo y los delitos se cometen de manera cínica, a plena luz del día, en medio de cientos de personas.

En la Condesa, por ejemplo, empieza a crecer la sensación de que no hay aplicación de la justicia y es que cualquiera que denuncie la violencia e inseguridad de la zona se puede hacer acreedor de amenazas de muerte.

En octubre del año pasado se reportó el hallazgo en el puente de La Concordia de un colgado, mientras que en la Unidad Ermita Zaragoza se localizó a un muerto envuelto en una manta con un mensaje que demostraba la presencia del narco en la capital.

También el año pasado, en agosto, tuvo fecha el caso Narvarte, en el que fueron asesinadas cinco personas dentro de un departamento en la colonia citada antes. Los informes revelaron que el crimen habría sido resultado del robo de una maleta con droga que habría estado en manos de la colombiana Mile Virginia Martín, una de las víctimas.

En mayo de 2013, 13 personas fueron secuestradas por un comando armado en el bar Heaven de la Zona Rosa. Los cadáveres de las víctimas aparecieron en una fosa clandestina del rancho “La Negra”, en el Estado de México. De acuerdo con las autoridades, jefes de la banda “La Unión Insurgentes” ordenaron la masacre de quienes presuntamente serían miembros de un grupo contrario, “La Unión Tepito”. Ambas bandas se disputaban el control de la zona Condesa-Zona Rosa-Roma.

Y no hay que olvidar el caso de María Villar Galaz, la española que fue secuestrada el 13 de septiembre pasado en Santa Fe, y fue encontrada muerta a los pocos días, en el Estado de México.

Estos casos nos demuestran que las instituciones están perdiendo el control de la capital, y mientras esto ocurre, los hombres que encabezan las delegaciones y la misma capital se encuentran preocupados por la sucesión.