Dos intentos de asesinatos presidenciales, ¿cuál recordamos?

En octubre de 2013 se estrenó el documental de Alejandro Solar, El Paciente Interno, ópera prima del director que  relata la historia de Carlos Castañeda. En el filme se cuenta la historia del hombre que en 1970 trató de asesinar al presidente en turno, Gustavo Díaz Ordaz.

Evidentemente, Castañeda falló en su cometido. Sin embargo, la intención le valió una condena de 23 años en un hospital psiquiátrico.

De acuerdo con el documental, Castañeda terminó su condena en 1993. Desde entonces vivió como indigente.

La historia de Castañeda fue poco difundida, por no decir olvidada o escondida. Y es que cuando éste quiso eliminar del mapa a Díaz Ordaz, lo hizo en supuesta venganza por los muertos del 68. Es decir, que con su intento de homicidio habría afectado la –de por sí mala– imagen del entonces presidente.

Resulta curioso que esta nota haya pasado desapercibida en sus dos momentos clave: cuando Castañeda jaló el gatillo, y cuando salió del psiquiátrico. Todo, en buena medida, porque Díaz Ordaz prácticamente desapareció al que intentó ser su verdugo.

En el caso contrario, John Hinckley Jr. intentó matar a Ronald Reagan –entonces mandatario estadounidense– en 1981.

Como probablemente recuerda, el hombre fue aprehendido después de que disparara en contra de Reagan, a quien consiguió herir. Posteriormente se descubrió que la intención del crimen era llamar la atención e impresionar a la actriz Jodie Foster.

Hoy, a 35 años de los hechos, el criminal fue declarado no culpable por demencia. O si lo prefiere, que el próximo 5 de agosto saldrá de prisión.

Al momento, lo único que ha declarado al respecto es que volverá a vivir con su madre.

En el caso de Castañeda sabemos que el hombre estuvo recluido en un hospital psiquiátrico sin haber tenido un diagnóstico adecuado, por no decir un juicio.

En el caso de Hinckley, el hombre padece demencia y no fue ingresado a una institución de sanidad mental, el gobierno de Estados Unidos lo mandó a una prisión de la que próximamente saldrá libre.

Con ambos panoramas valdría preguntarnos, ¿por qué el intento de asesinato de Reagan sí ocupó las primeras planas, pero el de Díaz Ordaz fue tema hasta que Solar hizo su documental, que por cierto tampoco llamó mucho la atención?