Donald Trump ¿Populismo o clasemedismo?

Hace instantes, el señor Donald Trump se convirtió en el candidato de los republicanos para competir por la Casa Blanca.

Luego de un proceso –largo y doloroso según expertos–, finalmente se confirma lo que hasta hace meses parecía una broma de mal gusto.

En un repentino giro del acontecer político, Donald Trump pasó de un aspirante incómodo y vociferador al contendiente de los republicanos para recuperar el gobierno de Estados Unidos.

De hecho, según encuestas, el señor Trump tiene posibilidades reales de alzarse con el triunfo.

Pero, ¿cómo llegamos a este punto? ¿cómo entender que un personaje xenófobo, intolerante e ignorante de la política compita oficialmente por una temporada en la Casa Blanca?

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Adolfo Laborde –internacionalista del Tec de Monterrey– explicó que Trump ha sabido explotar el marketing político y la mediatización del proceso. Es decir, que el magnate está en la posición actual por el buen manejo que ha tenido de su imagen pública.

Acaso por eso, a pesar de la oposición, a pesar de las fisuras y a pesar de que republicanos prominentes dieron la espalda a Donald Trump, hoy el neoyorquino es una de las dos personas con posibilidades reales de despachar en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Cosa curiosa, mientras que Trump era una mala broma hace semanas, hoy es el candidato republicano. Y es que, en opinión de Laborde, la coyuntura favoreció la postulación del empresario.

Por un lado, enlistó el experto, el llamado “sueño americano” se viene abajo. En consecuencia, quienes se beneficiaron del status quo, del crecimiento y del desarrollo de la economía en Estados Unidos; hoy ven amenazas a su estabilidad y desarrollan comportamientos racistas y xenófobos.

En este contexto, muchos esperaban la llegada de un “mesías rico” que representara los valores de quienes aman el sistema capitalista y repudian todo lo que pone en riesgo su forma de vida.

Fue así que un magnate, parlanchín, fuera de la política, que se ha casado tres veces –es decir, el señor Trump–, se posicionó como un competidor serio por la presidencia de Estados Unidos.

Frente a esta situación, algunos se preguntan, ¿realmente estamos ante un populista? ¿No será, como dice el Doctor Laborde, que enfrentamos un caso de clasemedismo?

Con un discurso enfocado en las clases medias, a las clases trabajadoras; con un discurso pensado en quienes se dicen molestos –y resentidos– con las minorías que llegan a territorio americano, con un discurso enfocado en quienes están enojados con el “malgasto” del presidente Obama en políticas sociales, ¿no será que más que un populista, Donald Trump es un casemedista?