De nada sirvió a Dilma Rousseff alegar faltas de garantías para su defensa…
De nada sirvió que Dilma convirtiera en diputados a cuatro de sus ministros…
De nada sirvió presentar un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Brasil…
De nada sirvió a Dilma Rousseff prometer que su gobierno se acercaría a sus adversario para redefinir su gobierno.
De nada sirvió que Dilma acusara a su vicepresidente, Michel Tremer, de conspirar en su contra…
De nada sirvió la campaña en redes sociales #ElMundoConDilma…
De nada sirvieron las barricadas de apoyo frente al Congreso…
De nada sirvió el manifiesto firmado por intelectuales y artistas…
De nada sirvió que Luiz Inacio Lula da Silva saliera a las calles, a los comederos políticos y a los medios a tratar de conciliar y negociar…
De nada sirvieron todos los esfuerzos por mantenerse en el poder…
Con 367 votos a favor y 137 en contra, la cámara de diputados brasileña aprobó iniciar un proceso de juicio político en contra de Dilma Rousseff.
Finalmente, los escándalos de corrupción en torno a Petrobras –la mayor fuente de ingreso del Brasil–, costarán el cargo a la presidenta carioca.
Cierto, al desplome de Dilma habría que sumar el desgaste de su proyecto político, las presiones de la oposición y el engaño conocido como “milagro brasileño”.
Aun así, la gota que derramó el vaso fue el desfalco a las arcas públicas encabezado –y solapado– por el Partido del Trabajo; el que supuestamente haría las cosas distintas, el que llegó al poder para acabar con la corrupción y los malos gobiernos.
Hoy Dilma ve sus últimos días en el poder. Hoy vemos el final de una mentira que engañó a muchos, durante mucho tiempo. Hoy, Dilma seguramente escucha el Tic-Tac… Toc.
En este momento, sólo queda que la mayoría del Senado brasileño vote en el mismo sentido que los diputados. De ser así, Dilma será suspendida y comenzará un juicio que podría durar hasta seis meses. Al final de ese periodo, el Senado volverá a votar y sabremos si Dilma es reinstalada o se va definitivamente.
Tic-Tac…Toc.