A una semana de la destitución de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil, la ex mandataria concluyó su mudanza del Palacio da Alvorada, que fue su residencia en la capital del país carioca hasta que se vio en la necesidad de trasladarse al Palacio de Planalto por el impeachment.
De este modo, hoy por fin la ex mandataria volverá a Porto Alegre, donde inició su carrera en la política de su país.
Todo indica que tras el proceso de destitución Dilma intenta volver a sus orígenes.
Cabe recordar que luego de que se diera a conocer la inhabilitación de Dilma en el cargo, miles de brasileños –menos de los que buscaron su salida– salieron a las calles para mostrar su descontento con la resolución del Senado de Brasil.
Las movilizaciones terminaron en enfrentamientos entre los manifestantes y las autoridades que dejaron como saldo cerca de 20 detenidos.
No cabe duda que hasta el político más impopular tiene a séquito de defensores, pero tampoco cabe duda de que a todos les llega su hora, y la de Dilma Rousseff ya pasó.
