Detrás de un poeta o un músico siempre puede haber un machista golpeador

 

Helena Paz Garro publicó a principios de la década del 2000 Memorias, una especie de autobiografía en la que revela cómo es ser hija de dos genios de la literatura, por un lado Octavio Paz y por el otro Elena Garro.

De este modo, a lo largo de casi 400 páginas el lector se entera de los pormenores vividos por la familia de intelectuales, en donde la figura del patriarca era predominante.

La hija cuenta que su padre era un tirano, sobre todo con su esposa, a quien pedía quemar sus escritos porque eran demasiado buenos e incluso mejores que los suyos.

Esta situación, aunada a otras agresiones, provocaron que al menos en dos ocasiones Elena Garro intentara quitarse la vida. Una vez con el horno de gas y otra ahorcada con un alambre; no obstante siempre fue rescatada a tiempo.

La historia de la familia Paz Garro está contada de manera subjetiva, e incluso a veces es imprecisa; sin embargo, los hechos no dejan de ser verdaderos.

Resulta curioso cómo muchas veces los personajes famosos, como Octavio Paz, no son vistos como seres humanos hasta que alguien que padeció sus maltratos alza la voz.

Es entonces cuando se caen las máscaras y la verdad evidencia hasta al más ilustre poeta.

Casos como este han ocurrido en todos los ámbitos y a lo largo del tiempo. Uno de los más recientes es el del rockero mexicano Sabu Avilés, guitarrista de las bandas Los Inferno y Los Explosivos, quien fue denunciado hace unos días por Ximena Gama, ex pareja del músico, debido a que durante mucho tiempo fue golpeada por él.

La muchacha publicó en Facebook fotografías de ella donde se le ve con la nariz rota y varios moretones en diversas partes del cuerpo.

Además hizo públicas las humillaciones a las que fue sometida por Sabu, a quien dijo haber perdonado en constantes ocasiones por amor.

En el libro Memorias, de Helena Paz Garro, la escritora revela una vida de infierno a lado de su padre. Sin embargo, sabemos que pudo perdonar a Paz y al final de sus días se sentía tranquila con respecto al tema.

En el otro caso, Ximena perdonó a su ex novio muchas veces, pero ahora alza la voz porque ya se cansó del maltrato… Y como el vínculo entre ambos no es filial, podemos asegurar que si es coherente, no volverá a ceder ante el otro.

No obstante… Ninguna de las dos situaciones debería de replicarse nunca más, pues ningún ser humano debe soportar ninguna agresión bajo ninguna circunstancia, ¿o sí?