Este 15 de septiembre, los pocos invitados del presidente Peña Nieto tendrán que “echar el taco” antes del Grito de Independencia.
Y es que por motivos de austeridad presupuestal, no habrá cena de gala después de la ceremonia ni asistirán invitados especiales. El presidente sólo será acompañado por su familia y por los miembros de su gabinete.
Luego de presentar un Paquete Económico 2017 con recortes en rubros como salud, educación, cultura, ciencia y tecnología, el Gobierno tenía que predicar con el ejemplo. Por ello, decidió ajustarse el cinturón y realizar un Grito de Independencia austero para evitar posibles críticas relacionadas con gastos innecesarios.
Por años, la cena de gala posterior al Grito de Independencia fue un evento que el Ejecutivo federal aprovechaba para convivir con diplomáticos, empresarios, intelectuales y políticos. Sin embargo, en su cuarto Grito el presidente Peña continuará sin poder presentarse en esta suerte de ritual.
En 2013, Peña no pudo asistir a la cena de gala debido a que tuvo que atender la emergencia por los huracanes Ingrid y Manuel. En 2014, los desastres naturales jugaron otra mala pasada al presidente, que después del grito tuvo que viajar a Baja California, donde impactó el huracán Odile.
En 2015, así como en este 2016, fue el propio presidente quien decidió no llevar a cabo la cena de gala por austeridad presupuestal. Así que tales acciones hablan de congruencia.
¿Continuará el Gobierno predicando con el ejemplo el resto del año? ¿También serán austeros los gobiernos estatales, municipales y los demás funcionarios públicos?
