Delegados de Morena asfixian a la CDMX

Luego de 50 días, las imágenes de bloqueos, de plantones y de violencia se han vuelto comunes. Y es que desde hace 50 días, la CNTE y sus aliados han demostrado que en México, el Estado de derecho es débil y la justicia sirve al mejor postor.

Sin embargo, lo que la CNTE no ha explicado, no ha aclarado y no ha dejado ver; es ¿cómo hace para mantener los bloqueos si ya no tiene el control de la nómina magisterial? ¿de dónde salen los recursos para mantener viva su movilización? ¿Acaso la CNTE cree que la sociedad es tonta y que los autobuses, las carpas, la comida y la gente salen de la nada?

Evidentemente no.

Luego de 50 días de movilizaciones, la pregunta obligada es, ¿quién pompó?

De acuerdo con el portal Letra Roja, con 300 pesos y una despensa, los padres de familia se suman a los bloqueos de la Coordinadora.

¿Y sabe de dónde vienen esos 300 pesos y esas despensas?

Muy sencillo, de los gobiernos delegacionales que controla Morena.

Según Letra Roja, gobiernos como el de Claudia Sheinbaum –en Tlalpan–, entregaron los recursos que hicieron posibles más de 50 cierres a la circulación esta mañana en diferentes puntos de la ciudad de México.

Gracias al dinero de las delegaciones de Morena, la CNTE pudo bloquear calles y avenidas de delegaciones como la Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Coyoacán, Tlalpan, Magdalena Contreras, y Xochimilco.

Gracias al dinero de Morena, la CNTE pudo tener presencia en las casetas de cobro de la autopista México-Cuernavaca; y en vías de gran importancia como los Ejes 3 y 5 Sur,  en División del Norte; en Avenida Tláhuac, en Ermita… y la lista sigue.

¿Y sabe por qué los gobiernos de Morena financian a la CNTE?

Evidentemente, el apoyo no es porque el partido de López Obrador crea en la causa de los maestros. Tampoco es porque la Morena quiera echar abajo la reforma educativa. Y mucho menos es porque el tabasqueño esté comprometido con las causas del pueblo.

En realidad, la apuesta de López Obrador es por la desestabilización. Y es que, igual que ocurrió en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, en Argentina y en Brasil… las clases políticas desacreditadas son el pase de entrada de apuestas populistas y radicales; como la Morena del tabasqueño.

Sin embargo, la pregunta obligada debe ser, ¿y los millones de mexicanos que no llegan a trabajar, que no reciben educación y que no hacen todo lo que deben hacer? ¿ellos no importan a la ambición política de López Obrador?