"¡Déjenme dormir..!"; un derecho humano del Chapo

Según el abogado de Joaquín Guzmán Loera (El Chapo), el sistema carcelario especial impuesto a su cliente es violatorio de sus derechos humanos. Más aún, según el propio abogado, El Chapo le habría pedido que exija ante las instancias judiciales “que lo dejen dormir”.

Y es que según las versiones de Juan Pablo Badillo, el jefe del cártel le habría explicado que cada dos horas es despertado de manera ruidosa, lo que violenta sus garantías elementales y que –según la misma versión-, “parece que me quieren convertir en un zombie”.

No sabemos si son correctos los dichos del abogado del Chapo, tampoco sabemos si son verídicos o apegados a la realidad, o si se trata de una exageración. Lo cierto, sin embargo, es que si ese sistema carcelario lo obliga a despertar cada dos horas, la conclusión es elemental: se están violando sus derechos humanos.

Y es que, en efecto, El Chapo Guzmán fue el hombre más buscado, es uno de los mayores criminales del narcotráfico y su nivel de peligrosidad obliga a medidas extremas.

Sin embargo, también es cierto que el sinaloense tiene todo el derecho a que se respeten sus garantías elementales; su derecho a dormir un tiempo prudente.

Respetar esa garantía no va en contra de la seguridad, la vigilancia y el estado de excepción que suponen la estancia en una prisión de alta seguridad.

Y para abundar en el tema vale recordar que no pocos ciudadanos creen que por el hecho de que un personaje como El Chapo sea un criminal de alta seguridad, no tiene derechos humanos. Falso.

Las garantías individuales básicas también deben respetarse en el caso de un delincuente como El Chapo. Y es que el sistema carcelario y la prisión –en tanto sanción del Estado por las faltas cometidas-, está lejos de ser una suerte de venganza de las instituciones del Estado contra los infractores.

Por eso, está claro que le asiste la razón al Chapo Guzmán, cuyos abogados podrían solicitar, por la vía legal que el sistema de vigilancia en torno al Chapo sea de un menor nivel de rigidez, a fin de garantizar los derechos humanos del detenido.

Claro, a menos de que pudiéramos asistir a una suerte de venganza policiaca contra El Chapo.

Tomado de La Silla Rota