Desde hace semanas, la falta de malta ha detenido la producción de cerveza en Venezuela.
Como seguramente sabe, la torpe administración de Nicolás Maduro tiene a Venezuela al borde de la escasez en cuestiones tan básicas como medicamentos, energía y ahora, según parece, cerveza.
Ante la falta de suministros, los trabajadores de una marca de cerveza se fueron a paro y exigieron mejores condiciones de empleo.
No obstante, la respuesta del señor Maduro exhibió de cuerpo entero su estupidez. En vez de procurar el bienestar y la diversión de los venezolanos, Maduro advirtió que las empresas que se vayan a paro serán expropiadas.
Es decir, que además de complicar los procesos para importar materias primas –pues el manejo de dólares se encuentra estatizado–, Maduro amenaza con dejar sin empleo a miles de trabajadores.
Al respecto, no está de más recordar que, durante años, el régimen comunista de los Castro ha regalado cerveza a los cubanos que visitan su malecón.
Como mencionó Ricardo Pascoe –exembajador de México en Cuba–, en entrevista con La Otra Opinión; una de las distracciones más comunes en la isla es, precisamente, ir a beber cerveza gratuita a los malecones de La Habana.
Los Castro, conscientes de que la estabilidad y la paz social son más importantes que los berrinches y las ocurrencias, conceden al pueblo cubano “la prestación” de la cerveza gratis.
Y en el extremo opuesto, Nicolás Maduro parece esforzarse por dejar seca a Venezuela.
No hay duda, basta una coyuntura como ésta para notar la estupidez de Nicolás Maduro frente al enorme colmillo político de los Castro en Cuba.