Cuba; de dictadura riesgosa a punto estratégico

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es el primer habitante de la Casa Blanca en poner pie sobre la isla de Cuba en 88 años.

Sin duda, la visita de Obama es histórica. No obstante, también es cierto que el asunto debe analizarse con cuidado.

En entrevista para La Otra Opinión, Ricardo Pascoe Pierce –ex embajador de México en Cuba–, recordó que Cuba ha jugado un papel sui géneris en el continente.

Debido a su peculiar postura, Cuba ha servido para que se negocien asuntos de gran relevancia. Por ejemplo, la pacificación en Colombia o el encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Kiril, quien preside la iglesia ortodoxa Rusa. Incluso la visita de Nicolás Maduro a la isla –horas antes de la llegada de Obama–, dejaría ver que Washington y Caracas podrían estar negociando a través de la Habana.

Es decir, que al presionar a Cuba para que se incorpore a la “normalidad”, también es está perdiendo la peculiaridad de un territorio que, históricamente, ha permitido atender asuntos como los antes mencionados.

Pero hay más, el papel útil de Cuba suele quedar opacado por el fracaso de su modelo económico. Es así que la presencia de Obama en Cuba también se entiende como el fin de un bloque histórico conocido como progresismo de América Latina. O si lo prefiere, que todo un sector de la izquierda latinoamericana se cae a pedazos por la inviabilidad de su modelo. Por eso, la visita de Obama es doblemente significativa.

En esta lógica, no está de más señalar que –como bien precisó Pascoe–, Cuba pide poco a los Estados Unidos por todo lo que Estados Unidos exige de Cuba.

En otras palabras, que mientras Cuba solicita que Estados Unidos levante el embargo y desocupe la prisión de Guantánamo, el gobierno de Obama demanda que la isla cambie su régimen económico y político. La negociación está por completo fuera de proporción. Acaso por eso, continuó Pascoe, la postura de Obama ha sido conciliadora y abierta a la negociación. Y es que, aparentemente, el presidente de los Estados Unidos sabe que su petición es considerablemente superior a la que le hace el gobierno de los Castro.

Como sea, para Ricardo Pascoe, el cambio en Cuba es una realidad irreversible. No sólo parece una decisión tomada por los gobiernos de ambos países –el cubano y el de Estados Unidos–, sino que ya se procesarían los acuerdos necesarios para la transición en el gobierno de la isla.

Por todo lo anterior, el exembajador adelantó una transición poco común en Cuba pues mientras el resto de los países de América Latina vivieron sus transformaciones hace años –y cada una a su manera–, en Cuba se tendrá una apertura acelerada, con el amparo de los Estados Unidos en un mundo que pocos cubanos conocen y todavía son menos quienes lo entienden.