¿Cuál es el límite de la CNTE?

Cuando la CNTE ordenó perseguir y rapar a los maestros que sí dan clases, muchos creyeron que la Coordinadora había tocado fondo.

Cuando la CNTE fue capaz de lesionar y de exhibir a los profesores que sí trabajan, la lógica dejó ver que era casi imposible que hicieran algo peor.

Cuando la CNTE agredió abiertamente a quienes piensan y actúan distinto, se dijo que sus prácticas vandálicas eran insostenibles e imperdonables.

Sin embargo, a pesar del rechazo, de la indignación, del coraje y de la condena hacia los actos de la Coordinadora; este martes quedó claro que la CNTE no ha tocado fondo y que es capaz de hacer cosas mucho peores.

Por un lado, afiliados a la Coordinadora –en Oaxaca y Guerrero–, utilizaron niños para nutrir sus marchas.

Con infantes de primaria y preescolar, los “maestros” trataron de hacer crecer su movimiento y de difundir sus reclamos.

No obstante, lo que estos criminales de la protesta no explicaron es qué podrían saber, qué podrían entender y qué tendrían que ver estos niños con su proyecto mafioso y con su grosera intentona por echar abajo la reforma educativa.

¿Qué sabe un niño de preescolar de la “lucha” de la CNTE? ¿qué puede entender un alumno de primaria de los intereses mafiosos –y las prácticas porriles– de la Coordinadora?

¿Es posible justificar el uso ruin de menores de edad en una protesta que, de suyo, carece de sentido y defiende intereses y privilegios ilegales?

¿Cómo entender esta acción absurda y poco menos que criminal?

Pero eso no es todo.

Horas después de la marcha con niños, la CNTE de Oaxaca interceptó un convoy de agentes del Estado y destruyeron su equipo antimotines en una gran pira de escudos.

Es decir, que luego de exhibir y abusar de menores; la Coordinadora exhibió y se mofó de los responsables de garantizar la paz y mantener el orden.

¿Quién frena a la CNTE? ¿acaso es posible poner un alto a esta secta mafiosa que, a la vista de todos, está fuera de control?