Crisis de refugiados, más grave que las catástrofes naturales

El sismo de 7.8 grados que sacudió la costa de Ecuador ha dejado –al momento de publicar esta nota–; a 553 personas personas fallecidas, cuatro mil 605 heridos, 107 desaparecidos y millones de damnificados.

Y aunque nadie podría cuestionar, desestimar o poner en duda la gravedad de los desastres naturales; también es cierto que el hombre puede ser más destructivo y más violento que los embates más severos de la madre tierra.

Por ejemplo.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ANCUR), en las últimas dos décadas, el número de desastres naturales pasó de 200 a más de 400 por año. Además, en los últimos 30 años se triplicaron las sequías y las inundaciones.

En esta lógica, de acuerdo con cálculos de la ANCUR, en los próximos 50 años, entre 250 y mil millones de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a otra región de su país si no se pone un alto a los efectos del cambio climático.

A su vez, el informe del Observatorio sobre Situaciones de Desplazamiento del Consejo Noruego para los Refugiados reveló que sólo en 2013, 22 millones de personas tuvieron que desplazarse por desastres naturales; mientras que en 2014, 19 millones de personas abandonaron sus hogares por inundaciones, tormentas y terremotos.

Sin embargo, esta cifra es menor si se compara con los desplazados por la violencia en el Medio Oriente. Tan sólo el miércoles –hace horas–, alrededor de 500 desplazados murieron en el naufragio de su nave mientras atravesaban el Mar Mediterráneo. Estas personas buscaban mejores condiciones de vida y provenían de Libia, Irán, Afganistán, Pakistán y Siria.

Además, hasta 2015, alrededor de 60 millones de personas fueron desplazadas por los conflictos y la persecución en sus lugares de origen.

El Consejo Noruego afirma que –desde 2008–, cada segundo una persona se ha visto obligada a “dejar todo” por la violencia.

Es así que, sin desestimar el poder de la naturaleza, ejemplos como estos dejan ver que en ocasiones, el hombre puede ser mucho más violento, más destructivo y más terrible que el peor de los desastres naturales.