COP 21

Óptica Ciudadana

Los motivos de la Conferencia mundial que por estos días se lleva a cabo en la capital de Francia, estimados cuatro o cinco lectores, me dan la razón: los seres humanos debemos sembrar al menos un árbol cada año.

Esa, entre otras muchas acciones, son las que pueden frenar y hasta dar reversa al daño que le hemos hecho al medio ambiente de nuestro planeta, a la naturaleza y, con ello, a todos los seres vivos.

El evento del que les hablo, es parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y lo denominan XXI Conferencia de las Partes (COP 21). Ha iniciado y culmina el 11 de diciembre. En tal evento están representadas 185 naciones y 150 de ellas con sus máximos mandatarios de cuerpo presente.

Tan representativa resultó la Conferencia que, los ataques terroristas ocurridos muy recientemente en esa misma ciudad, París, parecen no haber hecho mella en el ánimo de los asistentes. Y es que el calentamiento del planeta, es más preocupante que muchos terrorismos juntos. Imagínense mis estimados que, la temperatura de nuestro planeta de los últimos 30 años, ha sido más alta que la habida en casi toda su existencia (4.6 billones de años), con decirles que, dicen los que saben, de enero a septiembre de este año, la temperatura del planeta estuvo un grado Celsius por arriba del promedio de la última década.

Y el calor se nota. Fíjense que cuando fui niño (sí, aunque no lo crean, algún tiempo del siglo pasado, fui niño eh), el invierno iniciaba el 21 de diciembre y culminaba el 20 de marzo, del siguiente año. Y al menos dos de esos tres meses, en la heroica Ciudad de México, se sentía un frío glacial, que hacía que uno rechinara los dientes, temblando de pies a cabeza. De unos años para acá, ese nivel de frío ha desaparecido.

Pero eso es lo de menos. Lo de más, es que dicho fenómeno es mundial. Con decirles que, la nieve – les decían “nieves eternas” – de gran parte de las grandes montañas, desde el Kilimanjaro, en África, hasta el Popocatépetl, en México, ha desaparecido la mayor parte del año. Peor aún, el hielo de los Polos de la Tierra, el polo norte y el polo sur, está desapareciendo. Los polos se están deshielando. O sea, por ese motivo, el nivel de los mares en el mundo, tiende a aumentar algunos centímetros (¿o más?). Si eso sigue avanzando, los poblados o ciudades costeras pues…

Por otra parte, hay lugares, como el candente desierto del Sahara, en África, por ejemplo, en los que ¡ha caído nieve! O en otros sitios cálidos, como la India, en los que ha caído granizo del tamaño de una bola de billar. O al revés volteado: hay lugares en Europa, en donde el clima va de frío a medio frío, en los que cientos de sus habitantes han muerto debido a las ondas de calor extremo que han empezado a ocurrir.

El cambio de clima, cada vez más caliente, está revolviendo todo, la vida silvestre, la flora, la fauna y la vida marina, y por supuesto, la vida de los seres humanos, causantes del mal, se está alterando de manera brusca. No importa que lo citadinos, por ejemplo, en un mismo día de cualquier día del año, tengamos que salir a la calle con abrigo, paraguas y playera, para, según lo que se presente, enfrentar el frío, la lluvia o el calor; pero sí tiene mucha importancia, que en tierras fértiles deje de llover o llueva demasiado; de toda formas las cosechas se perderán.

Y sí, leyeron bien mis estimados, los seres humanos somos los causantes de tal desastre. Con nuestra manera de entender y aplicar eso que llamamos “progreso” -, uso excesivo de automotores terrestres, marinos y por aire, funcionamiento de industrias con grandes chimeneas, uso intensivo de aerosoles, uso intensivo de hidroeléctricas, desforestación o mejor dicho, exterminio, de selvas, bosques, similares, conexos y anexas, etc., hemos calentado el planeta mas de la cuenta. Es lo que llaman Calentamiento Global.

Claro que unos países han agravado el problema, más que otros. México es de las naciones que más contaminan el planeta. Estamos en el sitio 10 (empatados con Gran Bretaña y Arabia Saudita), solo debajo de China, EU, India, Rusia, Japón, Alemania, Brasil, Francia, Canadá, Irán, Indonesia.

Para mejor ilustración de mis cuatro o cinco lectores, tómense en cuenta algunos porcentajes: Mientras que México “colabora” con el 1.5 por ciento de la contaminación mundial, EU aporta el 17.2 por ciento, y China el 21 por ciento. Por cierto en esos días, los chinos sufren de más, pues principalmente en su capital, Beijing, los niveles de contaminación superaron los 390 microgramos por metro cúbico, cuando la Organización Mundial de la Salud, recomienda que, para no dañar la salud humana, dichos microgramos por metro cubico, no deben pasar de 25. ¡Pobres chinos!

¡Y en el mismo sentido, en el DF no cantamos mal las rancheras eh! Cada vez hay más chilangos enfermos de los ojos, la garganta, los pulmones, el cerebro… por la dichosa contaminación.

Ya lo dijo SS, el Papa Paco, “el daño al medio ambiente del planeta, equivale a un suicidio colectivo mundial”. Otros líderes mundiales como don Obama, don Putin, y hasta el mandatario chino, se han comprometido a hacer más para enfriar el planeta. México, desde hace doce años apenas ha dicho por medio de su gobierno, que tiene objetivos y metas concretas para abatir la contaminación. Los avances son magros.

Bueno, en el evento mundial en curso, el mismo Bill Gates, magnate de las computadoras, y una de las personas más ricas del mundo, ha anunciado que va a donar 2 mil millones de dólares, para investigación y desarrollo de energías limpias, en los próximos cinco años, y así “doblar la curva del cambio climático”. A ver si con ello también, el competidor del Gates, esa máquina de hacer dinero llamado Carlos Slim, que es algo así como el dueño de nuestro país, hace algo más al respecto.

Los que si podemos hacer algo concreto, insisto, somos todos nosotros, las personas en lo individual. ¿Qué es ese algo? Sembrar un árbol. Si en el DF, somos 6 millones de ciudadanos, cada año puede haber seis millones de nuevos árboles; si en el país somos 85 millones de ciudadanos, cada año puede haber 85 millones de nuevos árboles. Si en el mundo, existimos alrededor de 5 mil millones de personas mayores de 18 años, cada año puede haber 5 mil millones de nuevos árboles.

Hay que recordar que los árboles, y en general el mundo vegetal, “comen” contaminación o sea, dióxido de carbono, y a cambio, nos proporcionan oxigeno y equilibrio en el medio ambiente. ¿Va?

Notitas: Una.– Que don Peña Nieto inicia la segunda parte de su mandato. Ojala ya le vaya bien porque si le va mal, peor les va a los mexicanos. Dos.- Que por mas que le busqué no hallé información coherente sobre el ingreso oficial de los HH Senadores. En el Senado existen tres fuentes oficiales para conocer sus ingresos, pero las tres dicen cosas diferentes. Aunque el cálculo mas objetico dice que ganan 350 mil pesos al mes, algo así como 12 mil peso por día. Tres.- Que se reinauguró la línea 12 del metro capitalino. Rechina y está más lenta que antes. Aguas. Cuatro.- Que mi libro, “Cuando correteábamos utopías”, concluyó un ciclo de 21 Presentaciones. Así que pronto se iniciará otro ciclo. Cinco.- Que hacer ejercicio de manera cotidiana, produce salud. Así que…Seis.– Que el lunes 14 de noviembre, a las 19 horas, se lleva al cabo la conferencia “La China de hoy”, a cargo del maestro Armando Muñoz. Estamos invitados. Es en el DF: colonia del Valle, cale Concepción Beistegui. Cerca de Insurgentes sur, y del Poliforum Cultural Siqueiros. Organiza “Por el Cambio con Dignidad AC”.

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México D.F. a 3 de diciembre de 2015.