A propósito de la elección del próximo 5 de junio –en la que 12 estados renovarán los gobiernos locales–, viene a cuenta preguntar, ¿cuál es el escenario de violencia en cada una de las entidades? ¿cuáles deberían ser las preocupaciones –y las prioridades–, de quienes buscarán el voto para convertirse en gobernador o gobernadora?
En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Francisco Rivas –director general del Observatorio Nacional Ciudadano–, presentó un breve diagnóstico de la docena de estados que participarán en la contienda de junio.
No obstante, antes de presentar la evaluación de Rivas, es importante precisar que, en opinión del experto, se debe diferenciar la violencia de la inseguridad y la incidencia delictiva.
El primero, la violencia, tiene que ver con el tipo de delitos que se cometen en un lugar; la incidencia delictiva refleja el número de faltas y la inseguridad revela la capacidad de las autoridades para reaccionar ante la violencia y la incidencia delictiva.
Habiendo hecho la precisión, presentamos el diagnóstico de Francisco Rivas.
Zacatecas
El estado se encuentra entre los más violentos de los 12 que participarán en la elección de junio.
Los niveles de incidencia delictiva –en especial de secuestro–, son preocupantes.
Durango
A pesar de las llamadas de atención y de los intentos por normalizar el escenario violento, Durango presenta esquemas de violencia sostenida y sigue siendo un foco rojo.
Oaxaca
La entidad destaca del resto. La violencia en Oaxaca suele estar vinculada a los usos y costumbres. Actualmente, es el estado que registra el mayor número de feminicidios y de homicidios de mujeres. No obstante, aunque la problemática es grave, es importante señalar que la violencia tiene un claro trasfondo cultural.
Tamaulipas
El escenario es devastador. Para Rivas, es indignante que durante años se le pagó a alguien que decía gobernar el estado cuando, en realidad, hizo muy poco por frenar la violencia y la descomposición institucional.
Aguascalientes
La evaluación es positiva. Si bien presenta un repunte en la incidencia de delitos menores –como el robo de autopartes–, la entidad es un caso de éxito en el fortalecimiento de las instituciones responsables de la seguridad y la justicia.
Hidalgo
Es un estado opaco. A pesar de que reportan cifras alentadoras, lo cierto es que el Observatorio Nacional Ciudadano ha detectado alteraciones en las cifras. En consecuencia, no hay certeza.
Chihuahua
La mejora es notable. El fiscal estatal ha hecho un buen trabajo. Aun así, la evaluación no es buena. El estado aparece entre los primeros lugares en incidencia de homicidios. Además, la presencia del crimen organizado es notoria.
Veracruz
Al igual que Tamaulipas, la situación es grave. El gobernador en turno –Javier Duarte–, no reconoce las fallas, se mofa de las víctimas y ha permitido que crezcan delitos como el secuestro y la extorsión. Además, como pasó en Hidalgo, el Observatorio detectó intentos por alterar los registros de incidencia delictiva.
Quintana Roo
El estado debe verse como un lugar con dos realidades. Por un lado, Cancún; donde el número de feminicidios y la actividad criminal –sobre todo el narcomenudeo– están desbordados. Por otro lado, el resto de la entidad; en donde se vive en relativa tranquilidad. Según Rivas, el gobierno de Quintana Roo ha tratado de ocultar la información y maquillar las evidencias de violencia.
Sinaloa
Algunas regiones del estado siguen en manos de la delincuencia organizada. Los niveles de homicidios, secuestro y extorsión se mantienen a la alza. Como pasa en otros estados, la información que reporta la procuraduría estatal es poco fiable.
Tlaxcala
A pesar de ser un estado al que pocos prestan atención, lo cierto es que Tlaxcala es un centro mundial de trata de personas. Como ocurre en Oaxaca, este fenómeno mantiene un fuerte arraigo entre los habitantes de la entidad. En consecuencia, este delito no se resolverá desde el sistema de procuración de justicia; es necesario que actúen otras instancias.
Puebla
Se ha realizado un esfuerzo importante por generar condiciones de seguridad, se fortaleció y equipó a las unidades que atienden y previenen los delitos de alto impacto. A pesar de los buenos resultados, la cercanía del estado con Veracruz y el estado de México eleva los niveles de violencia.
En opinión del Doctor Rivas, los candidatos a gobernador deberán establecer compromisos claros en materia de seguridad. Pero más importante, la ciudadanía deberá exigir que sus gobernantes cumplan con lo que prometen.
