En el “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador –que encabeza desde el 2006–, han existido todo tipo de personajes. Algunos fueron parte del “viejo régimen” y otras se cuentan entre las “nuevas promesas”, las creadas por el líder de Morena.
Por eso, ahora que el señor López cree que finalmente llegará a la presidencia, ya exigió al presidente Peña que cambie a su gabinete para que construya un equipo de transición que le permita recibir al país con tranquilidad y paz social.
La pregunta, entonces, debe ser, ¿quién –o quiénes– empatan con la exigencia de “calidad moral” y ceguera selectiva para sumarse a este gabinete de transición?
Secretaría de Educación
Al frente de la SEP debe estar alguien que permita que los maestros falten a clases siempre que quieran. Alguien que esté de acuerdo con el cobro de cuotas. Alguien que esté de acuerdo en hacer negocio con las plazas docentes. Alguien que permita anteponer los intereses de los maestros a la educación de los alumnos.
Al frente de la SEP debe estar alguien que pacte con grupos subversivos; alguien que permita que los líderes magisteriales se beneficien del presupuesto educativo; alguien que imprima el nombre de Andrés Manuel López Obrador como el “gran salvador de México” en los libros de texto gratuito.
Al frente de la SEP debe estar alguien que esté convencido de que la “mal llamada” Reforma Educativa es un peligro para la educación.
Secretaría de Gobernación
Al frente de la Segob debe estar alguien que “deje hacer y deje pasar”. Alguien que no apueste por el diálogo; alguien que permita las marchas aunque causen destrozos y saqueos; alguien que negocie con grupos guerrilleros; alguien que abra la puerta y las “mesas de diálogo” a todos los infractores; alguien que se doble ante agrupaciones como la CNTE.
Secretaría de Desarrollo Social
Al frente de la Sedesol tendría que estar alguien que –como él–, reparta el presupuesto a los “grupos vulnerables” como los “viejitos”, las madres trabajadoras y los estudiantes rechazados. Alguien que entregue dinero, becas, viviendas, programas sociales y demás apoyos sin fines políticos y electorales; por puro amor al arte.
Secretaría del Trabajo
Al frente de la secretaría del Trabajo debe estar alguien dispuesto a colocar en las empresas –y en el gobierno– a los egresados de las escuelas de López Obrador, aunque no tengan experiencia ni la educación suficiente.
Al frente de la secretaría del Trabajo debe estar alguien dispuesto a inventarse muchos programas de desempleo; alguien que permita el ambulantaje; alguien que privilegie a los egresados de escuelas públicas –aunque no estén bien preparados–; alguien que rescate el poderío de los sindicatos –como el de Luz y Fuerza–; alguien que respalde los paros laborales y alguien que esté en en contra de la Reforma Laboral.
Secretaría de Hacienda
Al frente de la secretaría de Hacienda debe estar alguien que condone los impuestos; alguien a quien no le importe si se pagan gravámenes –o no–; alguien que tenga interés en cobrar de más a las grandes empresas trasnacionales; alguien que no sea un “inepto” –como llamó AMLO a Videgaray– luego de la caída del peso frente al dólar; alguien que no empuje al presidente a la “privatización del país”.
Secretaría de Economía
Al frente de la secretaría de Economía debe estar alguien que no le importe si se le paga o no a la CFE; alguien que se quede atrás en materia energética y alguien que rechace la modernización de Pemex.
Secretaría de Comunicaciones
Al frente de la secretaría de Comunicaciones y Transportes debe estar alguien interesado en construir segundos pisos en todo el país, alguien que se oponga a la compra de un nuevo avión presidencial, alguien que cierre –por decreto– Televisa y toda la mafia del poder; alguien que se encargue de entregar concesiones de medios a quienes alaban el proyecto político de Morena; alguien que no entienda de las nuevas tecnologías y de los avances en la industria de la comunicación.
Secretaría de Energía
Al frente de la secretaría de Energí debe estar alguien que se oponga a la “privatización” del petróleo y que quiera revivir a Lázaro Cárdenas.
