Colima: la primera victoria de Beltrones

Como todos saben, en este 2016 están previstas 13 elecciones estatales. La primera, en Colima, se llevó a cabo el pasado domingo 17, en donde el PRI se alzó con una apretada victoria.

Se rata de la reedición de la elección de junio pasado, cuando el INE y el Tribunal Electoral anularon la elección de Colima a causa de graves irregularidades. Es decir, porque el gobierno estatal metió la mano.

Sin embargo, entre la primera y la segunda elección en esa entidad las diferencias fueron mínimas. Los mismos candidatos, los mismos equipos, las mismas alianzas, los mismos partidos.

Pero lo más sorprendente es que en la “segunda vuelta” también se produjeron las mismas irregularidades. ¿Qué quiere decir lo anterior?

Casi nada, que el PRI se valió de todo –y todo significa todo-, para llevarse el triunfo.

Por eso la elección en la que resultó ganador Ignacio Peralta, estuvo marcada por la guerra sucia más feroz de la que se tenga memoria. El PRI recurrió a escuchas ilegales –espionaje vulgar-, de la vida privada del candidato del PAN, Jorge Luis Preciado.

Además el PRI jugó dos nuevas cartas. La primera una inédita alianza con el Partido del Trabajo, lo que confirma que el partido tricolor le salvó la vida de manera artificial al cadáver que era el PT.

La segunda jugada fue alentar los votos a favor de la tercera fuerza, que es el Movimiento Ciudadano.

A pesar de todo lo anterior, el PRI apenas consiguió cinco puntos porcentuales arriba del candidato del PAN; suficientes para llevarse la victoria.

Pero lo interesante del caso es el mensaje que manda el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, a sus adversarios políticos.

Y dicho mensaje es claro; el PRI va por todo, cueste lo que cueste

¿Y por qué la dureza y la convicción de Beltrones?

Elemental, porque el líder nacional del PRI se juega la candidatura presidencial.

Al tiempo.

Tomado de La Silla Rota