Por si faltara algo a la crisis de seguridad, de credibilidad y política en que se ha convertido el crimen de los 43 de Iguala, el grupo de peritos argentinos que “investigaron” la versión histórica de la PGR, -de que los estudiantes fueron incinerados en el basurero de Cocula-, concluyeron que en ese lugar no fueron incinerados.
Todo ello a pesar de que los laboratorios de Innsbruck dieron como positiva la prueba de ADN de restos óseos de por lo menos dos de los estudiantes. Todo ello también en consonancia con el grupo de expertos del GIEI quienes, de igual manera, también tiraron la verdad histórica de la PGR de Murillo Karam.
Por lo anterior obliga una pregunta fundamental: ¿quién miente?
Y es clave dicha interrogante porque, si hacemos memoria, recordaremos que la PGR de Murillo Karam convocó a expertos de distintas disciplinas y de las más prestigiadas instituciones del Estado mexicano para sustentar su “verdad histórica” .
- ¿Mienten los peritos argentinos, que en más de una ocasión han dado muestras de parcialidad y pillería?. No sería extraño, sobre todo luego de la disputa que se produjo entre el gobierno mexicano y ese grupo de “científicos” que vinieron más por el dinero que por la verdad.
- ¿Miente el grupo de expertos del GIEI , que según una diligente investigación del diario La Razón lo integran un montón de oportunistas y pillos hoy supuestos preocupados por los derechos humanos?
- ¿O será que las instituciones mexicanas, como la UNAM, el IPN, el Cisen, Pemex y otras, también se prestaron a un montaje?
- ¿Por qué, si los peritos argentinos y los expertos de la Comisión Interamericana han sido tan insistentes en desacreditar la versión oficial, no han sido capaces de localizar, vivos o muertos, a los 43?. Es pertinente esta pregunta porque pareciera que a esas dos instituciones poco les importa el esclarecimiento de la tragedia de Iguala y, en cambio, parecen seducidas por la idea del descrédito de las instituciones en México.
- Y es que tanto los peritos argentinos como el GIEI, han sido incapaces de indagar, a fondo, todo lo ocurrido en torno a los 43 de iguala.
Dicho de otro modo que parecen más preocupados en el descrédito del gobierno de México y de sus instituciones que por el paradero de los 43 de Iguala.
En el supuesto de que, en efecto, los jóvenes de Ayotzinapa no hayan sido quemados en el basurero de Cocula, la pregunta es de mayor calado: ¿si no los quemaron en Cocula, entonces en donde están; están vivos o muertos; por qué nadie los ha encontrado?
No, las instituciones del Estado mexicano no merecen el descrédito al que quieren llevarlas estos dos grupos de dizque expertos. No, si realmente estuvieran interesados el GIEI y la CIDH en la justicia para los 43 ya los habrían encontrado o habrían localizado sus restos.
Al tiempo.
Tomado de La Silla Rota
