Chileno, el primero en caer por Panama Papers

La filtración de 11 millones de documentos –conocida como Panama Papers–, dejó al descubierto cientos de nombres de empresarios, políticos, deportistas y celebridades que, presuntamente, incurrieron en delitos fiscales.

Gonzalo Delaveau Swett, presidente de la asociación no gubernamental Chile Transparente, fue el primero en caer por estas filtraciones.

Resulta que la cabeza visible de la organización de transparencia renunció este lunes luego que su nombre apareció en las listas de quienes ocultan bienes en el extranjero y, supuestamente, evaden impuestos.

Delaveau habría gestionado –a través del estudio de abogados Mossack Fonseca–, la administración de al menos cinco sociedades “offshore” con domicilio legal en Las Bahamas.

En respuesta, el abogado argumentó que no es beneficiario de las sociedades y que sólo participaba como director de Turnbrook Mining.

Sin embargo, la presunción de ilegalidad bastó para que la organización de transparencia oficializara la renuncia de Delaveau.

“Como no quiero que se dañe a la institución, he decidido dar un paso al costado, no quiero que perjudique”, agregó el chileno.

Eso sí, el abogado insistió que no tiene sociedades offshore y que su rol fue de asesoría a empresas.

Al respecto, Transparencia Internacional indicó que están a favor de la transparencia y la integridad por encima de todo.

Es así que al tener conocimiento de que su delegado en Chile tendría relación con empresas secretas, el Consejo Internacional inició el proceso de suspensión para evitar que el caso desacredite a la institución.

Aun así, Transparencia Internacional –la cabeza de la organización chilena en que trabajaba Delaveau–, admitió que no todas las empresas secretas son ilegales.

Islandia

Además del chileno, en Islandia también se vieron las primeras consecuencias de los Panama Papers.

Horas después de la caída del chileno, el Primer Ministro islandés, Sigmundur Gunnlaugsson, también renunció a su cargo.

A Gunnlaugson lo acusan de esconder su relación con una compañía offshore que estaría a nombre de su esposa y que habría adquirido bonos en los mismos bancos que llevaron a Islandia a una de sus peores crisis económicas en 2008.

Cabe señalar que más de 10 mil personas se manifestaron este lunes en el centro de Reikiavik para pedir la dimisión del primer ministro de Islandia.