Chiapas y la extorsión en el camino de los migrantes

La tarde de este martes, en el municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas, se registró un acontecimiento que refleja en un microcosmos dos de los problemas más graves que enfrenta México hoy en día: la corrupción policial y la crisis migratoria.

Luego de que ciudadanos denunciaron que los policías municipales de Chiapa de Corzo operan una red de tráfico de migrantes, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC) del estado de Chiapas montaron un operativo en el que los  municipales fueron sorprendidos en flagrancia.

Se sabe que 18 elementos de la policía municipal fueron detenidos mientras “escoltaban” un autobús que transportaba a migrantes centroamericanos a quienes los uniformados presuntamente extorsionaban.

Además de los 18 detenidos, alrededor de 70 elementos uniformados de la corporación municipal fueron separados temporalmente de su cargo, mientras se realizan las investigaciones correspondientes y se deslindan responsabilidades. Por lo pronto, la Secretaría de Seguridad del estado asignó a 200 elementos para hacerse cargo del resguardo del municipio.

Pero el asunto no para ahí, pues al parecer las responsabilidades podrían llegar hasta los altos mandos del municipio. Entre los detenidos se encuentra el segundo al mando de la policía municipal, Hernán Gómez Grajales, quien es hermano del alcalde de Chiapa de Corzo, Héctor Gómez Grajales.

Por otro lado, no es cosa menor que los encargados de hacer respetar la ley pasen de ser protectores a victimarios. Si bien los migrantes no son ciudadanos mexicanos, se trata de un tema de derechos humanos. En este caso, los uniformados aprovechan que muchos migrantes centroamericanos no pueden ingresar de forma legal al país para lucrar con sus necesidades, extorsionarlos y pedirles cuotas para “hacerse de la vista gorda” en los retenes migratorios y policiacos.

Y aunque Chiapas es la puerta de entrada al país para muchos migrantes centroamericanos y de otras partes del mundo que buscan llegar a Estados Unidos, la crisis migratoria tiene alcances nacionales.

Del otro lado del país, en la frontera norte, está la puerta de salida, donde muchos migrantes quedan varados —a la fecha, más de cinco mil haitianos y africanos se encuentran en Baja California a la espera de poder cruzar la frontera—. Y en medio hay un largo recorrido por el territorio nacional en el que los migrantes se exponen tanto a la extorsión de las policías como a la xenofobia de algunos mexicanos,y, peor aún, a ser víctimas del crimen organizado.