Hace instantes se confirmó el triunfo de Donald Trump en las primarias de Indiana, así como la renuncia de Ted Cruz a la candidatura republicana.
Es decir, que desde este momento, la carrera por la nominación del partido conservador de Estados Unidos puede verse de dos formas: como un día de campo para Donald Trump o como un frente de todos contra el empresario neoyorquino.
La salida de Cruz es, sin duda, un giro que pocos esperaban ver en este momento de la contienda. La mayoría de los analistas confiaban en que el senador Ted Cruz llegaría a la convención republicana y disputaría la candidatura.
No obstante, Cruz decidió poner un alto a su aspiración y dejó el camino libre a los dos precandidatos que siguen en la carrera: Donald Trump y el gobernador John Kasich.
El primer nombre es conocido por todos. Sin embargo, el segundo es mucho menos popular. Algunos, incluso, desconocen que el gobernador de Ohio participa en la interna de los republicanos.
Por eso, no termina de quedar claro cuál será la jugada de los conservadores.
Evidentemente, existe un frente de políticos –que controlan el partido republicano–, en abierta oposición a Donald Trump.
Sin embargo, nadie sabe si las esperanzas de este bloque anti-Trump descansan en los hombros de Kasich.
Al momento, el gobernador John Kasich sólo ha ganado en la elección de su natal Ohio. Fuera de ahí, su resultado ha sido entre regular y malo.
Es así que más de uno se pregunta, ¿podrá Kasich ser la alternativa a la aplanadora que parece ser Donald Trump?
No debemos olvidar que la candidatura republicana –igual que la demócrata–, se decide en una convención en que participan los delegados de cada partido.
Estos delegados, en teoría, deberán respetar la voluntad de quienes acudieron a las primarias y votaron por tal o cual precandidato.
Es decir, que los delegados tendrían que nombrar al precandidato con más apoyo en las primarias.
Sin embargo, no está de más recordar que en política todo se vale y que si un amplio sector del partido republicano está en contra de nominar a Donald Trump, no sería extraño que todos los detractores del empresario –que eventualmente apoyaron a alguno de los otros precandidatos– se sumen a la aspiración de John Kasich –o de alguien más–, y entonces Trump pierda la candidatura.
Por eso, insistimos, ¿viene un dia de campo para Donald Trump o se acaba de consolidar un frente de todos contra el neoyorquino?
