En medio de la visita del Papa Francisco a México, la secretaría de Hacienda y el Banco de México anunciaron un recorte al gasto público de 132 mil millones de pesos.
Según explicaron, la porción más grande del recorte la absorberá Petróleos Mexicanos; no obstante, también se reducirá el gasto corriente y la inversión en algunos proyectos específicos.
Y aunque la cantidad del recorte se antoja escandalosa, lo cierto es que según algunos, no debe cundir el pánico.
En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Luis Pazos advirtió que el gobierno simplemente toma las medidas que debió asumir hace años. Es decir, que la administración de Peña Nieto hace lo que debe. Quizá lo hace tarde pero lleva a cabo las acciones pertinentes.
En esta lógica, Pazos asegura que se trata de un recorte virtual y que la autoridad federal mete la tijera donde debe. ¿Por qué?
Porque el recorte en Pemex –de acuerdo con Pazos–, dejaría a la petrolera con el dinero que necesita para operar. O si lo prefiere, cerrarían la llave a la sangría de recursos públicos que implican las actividades innecesarias, los desvíos y las prácticas corruptas que se han convertido en parte del cotidiano en Pemex.
Pero hay más. Según Luis Pazos, el gobierno elige los rubros equivocados para ahorrar. Es decir, que recortan en Pemex y en proyectos de inversión pero no se disminuye el dinero de los partidos políticos o de la burocracia que compone el servicio público.
Es así que aunque el recorte difícilmente afectará al ciudadano de a pie, demuestra que el gobierno de Peña Nieto no termina de definir sus prioridades y los espacios en que realmente vale la pena reducir el gasto.
