Bronco, fin, 2018

Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, es un caso sui generis de la política mexicana. Como en política no existen sorpresas sino sorprendidos el tema penitenciaria Topo Chico con su secuela de 49 muertos desprestigia al hombre conocido como Bronco. Y desde ya cancela su aspiración al 2018.

Rodríguez Calderón querrá, por todos los medios, olvidar el asunto; pero sus adversarios y enemigos, también por todos los medios, lo resucitarán.

Todos los espectadores nos estacionamos en los resultados del conflicto del penal de Nuevo León. El pleito de dos grupos delincuenciales cuya secuela son una gran cantidad de muertos. Lo nunca antes visto, se repite. Un suceso lamentable que tendría que llevar irremediablemente a una renuncia del gobernador. Pero como el asunto es político, en el escenario social se trata de medir fuerzas.

El gobernador Rodríguez Calderón con su popularidad frente a otro grupo que, presumiblemente, son sus ex compañeros de partido. La revancha pues.

La historia política: El Bronco fue precandidato a la alcaldía de García, Nuevo León (2008), logrando el 75% del apoyo de los delegados del entonces su partido el PRI. La plataforma discursiva fue ordenación urbana y seguridad pública, con ello logró ganar con el 45% de los votos.

En 2009 ya como presidente municipal se enfocó en mejorar la seguridad y combatir el narcotráfico que asoló al municipio de García durante muchos años. Participó activamente durante la reconstrucción de los daños que dejó a su paso el huracán Alex.

Puso en práctica el “Modelo García” con el cual logró confianza de la gente, empresarios y organizaciones civiles y con ello generó un cambio de actitud. Se basó en tres ejes fundamentales: Seguridad, Educación y Trabajo.

En mayo de 2013 fue invitado como Conferencista Internacional, en la IV Cumbre Mundial de Comunicación Política, en Buenos Aires, Argentina. La conferencia Modelo García está directamente relacionada con su trabajo político con el uso de las redes sociales dentro de la administración pública como una alternativa para fomentar la participación ciudadana.

En septiembre de 2014 Jaime Rodríguez presenta su renuncia al partido en el que había militado más de 33 años. Para contender para la gubernatura se registra como “independiente” con la organización social Cerebro, Corazón y Carácter.

El Bronco no es un político bisoño y era (o es) popular.

Como gobernador de Nuevo León declara que va a participar como “independiente” por la presidencia de México en 2018. Entrecomillo independiente porque era priista y para haber conquistado la gubernatura tuvo el apoyo económico de grupo Monterrey.

En términos políticos El Bronco presentaba tres cualidades envidiables para cualquier personaje: dividió al PRI, era popular y logró el apoyo del grupo empresarial más importante del norte del país. Se sintió tocado por Dios: Pasó de popular a ganar la fama de enigmático a nivel mundial. Diversos periódicos de circulación internacional lo buscaron para conocer sus opiniones al ganar una gubernatura en un sistema de partidos políticos. Como se dice coloquialmente “se le subió”.

Por su parte, el grupo Monterrey desea intervenir o participar dentro de la dirección del país. Ya lo intentó con Andrés Manuel López Obrador en 2012. Por lo tanto rumbo al 2018 presentaba a dos precandidatos: el mismo AMLO y El Bronco.

Con los nefastos resultados del conflicto en el reclusorio de Topo Chico queda uno. Se elimina Jaime Rodríguez.

Si bien los acontecimientos descalifican a El Bronco para la grande, el mismo suceso da cabida a comentar la pugna entre las organizaciones económico político grupo Monterrey frente al Atlacomulco. Éste último se encuentra dirigiendo al país.

Lo que sucedió en Nuevo León evidencia una alianza de Televisa con la estructura Atlacomulco por el trato que le dieron a la información en el noticiario de mayor penetración en México: Mas de media hora y el uso de calificativos para, prácticamente, enterrar las aspiraciones de El Bronco. Insisto el asunto es deplorable, pero no se habla del origen, sólo de los resultados.

Uno de los temas que más utilizó el conductor del noticiario, en este caso Gregorio Martínez, fue que las redes sociales denostaban la actuación del gobernador durante y después del suceso. Cuando en las mismas redes sociales se desprestigia el contenido de la información de Televisa y no asoma una autocrítica o referencia a su trabajo derivado de comentarios en esas redes.

La otra temática que abordó el conductor, de manera soslayada, fue el mando único. Dejó entrever que el gobernador desdeñó a la policía federal para vigilar los reclusorios y por la soberbia del gobernador hubo una matazón.

También de manera velada denigra la participación de las candidaturas independientes, cuyo temor han patentizado los partidos políticos. Ese tipo de participación “ciudadana” es una manera de romper con el coto de las cúpulas partidistas y que puedan llegar ciudadanos a la administración pública. En el noticiario en cuestión le dieron “voz” a los representantes de tres partidos más influyentes en el Congreso federal porque coincidían en descalificar a El Bronco. Además abrieron la imagen y el micrófono a familiares de los reclusos.

Hasta el momento los beneficiarios de la contingencia de Topo Chico son: Andrés Manuel López Obrador rumbo a la candidatura presidencial de 2018 apoyado por el grupo Monterrey; se abre de capa el grupo Atlacomulco en su pleito frente al grupo Monterrey también con el mismo objetivo de ganar la presidencia.

En Guerrero, en esa perspectiva de 2018 AMLO comienza a puntear ya que el presidente estatal del PRD, Cesáreo Celestino Guzmán, declaró que los perredistas se van convenciendo de que este actor político los puede unificar para pelear la presidencia de la República.