Auditorio Ché Guevara, ahí va el golpe

Dice Mary Carmen Larralde –consejera jurídica de la UNAM–, que si el diálogo fracasa en el intento de la Rectoría por recuperar el control del Auditorio Ché Guevara, entonces presentará una denuncia ante el Ministerio Público contra los ocupantes de la propiedad universitaria.

Hace poco más de 10 días, aquí dijimos que la decisión estaba tomada. Agregamos que de un momento a otro, las autoridades universitarias movilizarían sus piezas para regresar el auditorio –también conocido como Justo Sierra–, a las manos de los estudiantes.

En aquella ocasión trajimos a cuenta las palabras del Rector Enrique Graue quien aseguró que se privilegiaría el diálogo con los ocupantes del auditorio Ché Guevara.

También recordamos una encuesta del periódico Reforma, misma que afirmaba que el 86 por ciento de los universitarios dice estar en contra de la ocupación del auditorio, el 87 por ciento considera que es necesario recuperarlo y el 85 por ciento cree que la toma del recinto no es ilegítima.

E incluso platicamos con el exuniversitario, Mauricio López –actual titular del INEA–, quien lamentó que un referente de la vida cultural universitaria se convirtiera en refugio de porros y fósiles universitarios; y aseguró que llegó el momento de recuperar el espacio universitario y de probar, con el ejemplo, que los espacios públicos deben servir para el goce público y se tiene que respetar la norma universitaria.

Por eso, hoy que la Consejera Jurídica amenaza con proceder legalmente contra los “okupas” del Ché Guevara, aquí insistimos, algo está pasando en la UNAM.

No sobra recordar que luego de casi un año de huelga, la madrugada del domingo 6 de febrero del 2000, el gobierno de Ernesto Zedillo recuperó el control de Ciudad Universitaria.

Y fue un sábado 10 de octubre de 2010 cuando Felipe Calderón ordenó la extinción de Luz y Fuerza del Centro, lo que detonó el conflicto con el SME.

Por eso, ahora que estamos en temporada vacacional y que pareciera que existe la intención de construir un escenario adverso a la ocupación del Ché Guevara, insisitimos, ahí va el golpe.