El mundo entero sabe que tres explosiones en el Metro y el aeropuerto de Bruselas –en Bélgica–, cobraron 34 vidas y provocaron lesiones a otras 200 personas.
El mundo entero sabe, también, que el Estado Islámico se adjudicó los ataques.
Y el mundo entero sabe estas agresiones se suman a las que antes ocurrieron en Turquía, antes en París y antes en otras naciones que, a juicio de los extremistas islámicos, son enemigos en una mal entendida guerra santa.
Sin embargo, lo que pocos saben es por qué ISIS decidió atacar Bélgica y por qué, luego de la ola de atentados terroristas, los gobiernos del mundo no consiguen frenar al Estado Islámico.
En entrevista para La Otra Opinión, el Maestro Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, profesor de seguridad en la Universidad Autónoma de Puebla, respondió algunas de estas preguntas.
Para el especialista, los ataque en Bruselas se deben al rol estratégico de esta ciudad. Por un lado, en la capital de Bélgica descansa el Poder Ejecutivo de la Unión Europea, por el otro lado, también se encuentran los cuarteles de la OTAN. Es decir, que desde Bruselas se ha operado la ofensiva aérea contra los territorios ocupados por ISIS y en Bruselas está, además, el “corazón de Europa”, quizá uno de los mayores enemigos del Estado Islámico.
Pero hay más, el Maestro Sánchez Lara recordó que las células de ISIS en Bruselas fueron las mismas que atacaron al semanario Charlie Hebdo –en enero de 2015– y las que coordinaron los ataques en París del 13 de noviembre del año pasado.
Es decir, que al saberse perseguidos y muy cerca del arresto, los extremistas islámicos que viven en Bruselas decidieron adelantarse y atacar en “casa”.
No obstante, lo relevante en esta agresión no se limita a la gravedad del ataque. En realidad, lo llamativo es que se confirma que las células internacionales del Estado Islámico se mantienen vivas, siguen operando y son capaces de provocar un gran daño.
Es decir, que una vez más se demuestra el error de los gobiernos de países como bélgica, Francia, Túnez, Egipto, Reino Unido, Canadá, Australia y Estados Unidos; quienes dejaron pasar las señales de alerta, quienes ignoraron a los cientos de jóvenes que dejaban sus casas para sumarse a la “guerra santa de ISIS” y quienes dejaron que el enemigo creciera en casa.
Por eso, en opinión de Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, los atentados de Bruselas son, en buena medida, consecuencia de la miopía de algunos gobiernos.
