Aristegui, trabajos periodísticos para difamar

Luego de que la Procuraduría de Justicia capitalina y el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) determinaron que las acusaciones en contra de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre por el delito de trata de personas son infundadas,  el exlíder del PRI capitalino podría proceder legalmente en contra de la señora Carmen Aristegui y del equipo de investigadores que elaboró— en 2014— el reportaje que dio pie a las calumnias.

Pero la imagen de Gutiérrez de la Torre no es la única que ha sido dañada por el trabajo periodístico deficiente de Aristegui. De hecho, la posible acción legal del llamado “Rey de la basura” podría sumarse a una demanda que ya enfrenta la exconductora de MVS Noticias.

El 15 de marzo de 2016, el señor Ihosvani Díaz entabló una demanda en contra de Aristegui y de la agencia fotográfica Cuartoscuro porque exige una indemnización debido al daño moral que le causaron al usar y explotar su imagen “para ilustrar diferentes notas periodísticas de carácter negativo o vinculadas a delitos” en los que él no participó.

En 2010, Ihosvani Díaz —quien nació en República Dominicana pero es mexicano por naturalización— tuvo que entregar a la Procuraduría de Justicia capitalina y al Instituto Nacional de Migración su pasaporte para comprobar su identidad y su nacionalidad debido a que se abrió una investigación contra el establecimiento donde él laboraba —El Bar Bar—

a causa de la agresión con un arma de fuego al futbolista Salvador Cabañas.

Durante las investigaciones, Cuartoscuro obtuvo una fotografía del pasaporte de Ihosvani Díaz. Posteriormente, dicha imagen —en la que se aprecia el rostro y algunos datos personales de Díaz— fue utilizada por el portal Aristegui Noticias para ilustrar una nota publicada el 24 de junio de 2015, y en la que se detalló el robo de un camión que transportaba visas.

De acuerdo con Díaz, a raíz de la publicación de la nota —ilustrada con su fotografía y datos— comenzó a recibir llamadas de delincuentes que intentaron extorsionarlo, por lo que debió cambiar de teléfono y de domicilio.

Lo más grave del asunto es que él se desempeña como modelo y vive de la explotación de “su imagen física como producto publicitario” y a raíz de la vinculación de su fotografía con una nota relacionada a un delito, su reputación quedó dañada.

En defensa de Aristegui, sus abogados argumentan que en el artículo publicado por Aristegui Noticias no se hace referencia a la persona de Ihosvani Díaz, que la ilustración sólo es “accesoria” a la nota; y que no es posible identificar la identidad de quien ahí aparece, pues su rostro y datos están difuminados.

No obstante, en la imagen se aprecia que el rostro de Díaz—que aparece en la marca de agua del pasaporte—, no fue difuminado y que todos sus datos personales son legibles.

Al igual que en el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez, el equipo de Aristegui incurrió en una irresponsabilidad al vincular la imagen de un individuo con actos ajenos a su persona. La afectación no es menor, ya que tanto en la política como en el modelaje, la imagen es un activo fundamental y el desprestigio infundado puede acabar con una carrera profesional.

Entonces ¿Se castigará esta vez la irresponsabilidad y la falta de rigor periodístico de la señora Aristegui y su equipo?