En otro video que dice ser de la organización virtual conocida como Anonymous, se acusa al candidato del PAN al gobierno de Colima, Jorge Luis Preciado, de mantener una relación sentimental con una amiga de su hija –quien sería 20 años menor–, así como de desviar recursos públicos para la compra de una casa, un automóvil y viajes en aviones privados.
Como siempre hemos dicho en este espacio, la vida privada de las figuras públicas es y debe ser privada.
De igual manera, los supuestos desvíos de Preciado han sido expuestos y desmentidos incontables ocasiones.
Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención es que una réplica de Anonymous –porque es evidente que no se trata de un video de la organización original, sino de una imitación–, se preste a hacer el trabajo sucio del PRI.
Y es que, una vez más, resulta evidente que en la elección extraordinaria de Colima –al igual que la ordinaria–, lo que menos importa es la propuesta o el debate; allá lo que pesa es la guerra sucia.
Las acusaciones en contra de Jorge Luis Preciado –igual que las que se han hecho contra el candidato del PRI, Ignacio Peralta–, simplemente confirman que el proceso en aquel estado es un cochinero.
En este momento, es probable que muchos colimenses vean a Preciado como la encarnación del mal; es probable que los electores se dejen llevar por los rumores y no voten por Preciado; es probable que la campaña sucia surta efecto y el resultado de la elección extraordinaria sea el mismo que la ordinaria: el triunfo del PRI.
Sin embargo, no está de más preguntar, ¿ésta es la campaña que merece Colima? ¿esos son los políticos que necesitan los colimenses? ¿en qué ayuda al estado una campaña de agresiones y chismes? ¿será que, como ya parece costumbre, los electores votarán por el menos peor?
