Sabemos por los antecedentes electorales que no es fácil mantener feliz y callado al mesías tabasqueño y líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien ha desconocido los resultados de las votaciones presidenciales desde 2006, porque éstas, claramente, no le beneficiaban en absoluto.
Un nuevo proceso electoral se acerca y especialistas en el tema plantean un escenario donde AMLO, de nueva cuenta, se negará a reconocer su derrota y rechazará a toda costa al nuevo jefe del ejecutivo.
Sin embargo, no hace falta esperar hasta el 2018 para darnos cuenta de ello, apenas el pasado lunes AMLO acusó a las bancadas del PRI y PAN de ponerse de acuerdo para repetir un escenario como el de 2006 e impedir que llegue a la presidencia.
Además, retomó su desgastado discurso en el que denuncia una elección presidencial arreglada por las “mafias del poder”.
¿Por qué Andrés Manuel no se da cuenta de que en realidad “el pueblo” no lo quiere”?
¿Por qué Andrés Manuel se rehúsa a aceptar la organización democrática que rige a la sociedad mexicana?
¿Por qué Andrés Manuel no se cansa, como nosotros ya nos cansamos de escucharlo balbucear siempre lo mismo?
