Algunas explicaciones de la pérdida de poder electoral del PRI

A estas alturas ya sabemos que el PRI perdió 7 de 12 gubernaturas, lo cual ha sido un escándalo político que ha llevado a considerar que Manlio Fabio Beltrones, se baja de la contienda para la presidencia rumbo al 2018. Lo mismo que Miguel Ángel Mancera.
El PAN ganó, con sus siglas, 4 entidades. Las tres restantes en coalición con el PRD; es decir, que en términos llanos el agua y el aceite menguaron la alianza PRI-Verde con partidos locales.
El partido hegemónico regresa a su natural estatus como partido mayoritario. De 32 entidades conserva el poder en 15 y controla ambas cámaras.
Una de las características de la política es que el análisis es multifactorial; es decir,  intervienen diversos motivos, de los cuales aquí mencionaré algunos.
Uno de los orígenes para que perdiera el PRI es la disminución en términos de popularidad del jefe del ejecutivo federal. 3 de cada 10 mexicanos estaban de acuerdo con la imagen y la toma de decisiones del presidente.
El poder ideológico de la religión se hizo presente en las elecciones del 5 de junio para votar en contra del PRI. Ahora se ha descubierto que los sacerdotes realizaron proselitismo tanto en sermones como homilías para rechazar la propuesta de reconocimiento de matrimonios de hombre con hombre y mujer con mujer.
En los estados donde perdieron los priistas hubo, políticamente, impunidad e influencia de intereses, también corrupción. Los casos más emblemáticos son Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua.
La comunidad electoral introdujo a las urnas voto de castigo.
También pesó la situación económica. Muchos jóvenes, principalmente, sin empleo decidieron votar en contra del PRI. Este sector, en un proceso electoral, es el más numeroso.
La inseguridad que atraviesa el país es otro elemento que tomaron en cuenta quienes fueron a sufragar.
Pero en términos estrictamente políticos quien realmente incide en la derrota o triunfo es la cúpula priista.
Miles de tricolores, soterradamente, jugaron la contra a sus correligionarios.
Con el argumento anterior era previsible que ganara, en la mayoría de las entidades, el partido en el poder o sea el PRI: por eso reiteraban que serían 9 conquistas de las 12. Incluso las encuestas en esos estados así lo indicaban. Los trabajos de opinión fueron engañados (no se alcanza a demostrar la mentira) porque el día de la votación sufragaron contra quien era el candidato de su supuesto partido.
Para seguir demostrando la rivalidad en la elite política tricolor el viernes 10 de junio en el periódico La Jornada, en la sección Rayuela, le envían un mensaje a quien se considera una autoridad en la política nacional.
La leyenda reza así: El clero se mete donde no lo llaman gracias a Salinas de Gortari, quien estaba necesitado del reconocimiento y legitimidad que en su tiempo le negaron las urnas.
El creador de la frase puede provenir o del equipo del mismo Poder Ejecutivo o de la Secretaría de Gobernación.
Lo real es que existe una disputa entre los reales dirigentes del PRI y por eso perdió gran cantidad de gubernaturas.