Agoniza el fuero; ¡patente de impunidad!

Durante casi un siglo —desde 1917—, el “fuero constitucional” garantizó inmunidad e impunidad a servidores públicos de los tres órdenes de gobierno y los tres Poderes de la Unión.

Desde presidentes de la República, gobernadores, senadores, diputados, alcaldes, jueces y ministros de la Corte –entre muchos otros–, eran vistos y tratados como “ciudadanos de primera”, exepcionales y hasta intocables.

Y es que “el fuero” —que nació con instrumento para garantizar libertades básicas como la de expresión y acción de los opositores al régimen—, terminó convertido el símbolo de corrupción e impunidad política.

Hoy, gobernadores, senadores, diputados y alcaldes —de todos los partidos—, son intocables a pasar de lo evidente de sus fechorías con dinero público.

Sin embargo, “el fuero” agoniza —por la vía de hechos—, por lo menos en cinco estados, mientras que a nivel federal, cínicos,legisladores prefieren no tocarlo.

Y el caso de exitinción más reciente se produjo el pasado jueves, cuando el goberandor de Campeche, Alejandro Moreno, envió al Congreso Local una iniciativa para eliminar de esa entidad “el fuero constitucional total”.

Dijo que se propone “quitar la inmunidad procesal al gobernador, a los titulares del gabinete estatal, diputados locales, Auditor Superior, magistrados, jueces, presidentes municipales, regidores, síndicos…” a todo el aparato público.

En tanto, en días pasados, el Congreso de Querétaro aprobó, de manera unánime, eliminar la figura “de fuero” de la constitución local, a partir de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, que establece: “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinción alguna”.

En julio pasado, en el estado de Jalisco, el Congreso Local también retiró la figura de “fuero” de su Constitución, en tanto que en Veracruz,a propuesta de Javier Duarte, el Congreso eliminó el fuero, pero no a todos. Los diputados locales se negaron a perderlo.

A su  vez, en el proyecto de nueva Constitución de la CdMx, Miguel Mancera incluyó eliminar “el fuero” en todos los cargos públicos de la capital, mientras que —ridículos y populista—, senadores del PRD “renunciaron” al “fuero” —como si se tratara de un acto de fe—, y no se atrevieron a presentar una iniciativa para retirarlo de la Carta Magna.

Como queda claro, es irreversible la muerte del “fuero”, que nació con la Constitución de 1917, luego que en 1913 “el usurpador” Huerta ordenó el asesinato del senador Belisario Dominguez, quien el 23 y 29 de septiembre de aquel año pronunció ante el Congreso dos discursos en los que llamaba a Huerta “tirano y asesino” e invitaba a los legisladores a deponerlo de la Presidencia.

El 7 de octubre de 1913 —por órden de Huerta—, Belisario Domínguez fue aprehendido y asesinado en Coyoacán.

Curioso, hoy, el Instituto Belisario Domínguez, del Senado, está en manos de lacayos de AMLO.

Al tiempo.