A contingencia revuelta… ganancia de oportunistas

Nadie podría cuestionar la respuesta de la autoridad a una eventualidad como la contingencia ambiental.

Nadie, a pesar de los pleitos y desencuentros, podría reprobar a un servidor público que hace su parte para revertir un fenómeno que pone en riesgo la salud de millones.

Y nadie debería ignorar a quienes modifican sus hábitos o quienes para poner un alto a la contaminación desmedida.

Sin embargo, en medio de la contingencia, algunos han logrado sacar raja.

En efecto, en plena crisis, más de un político se subió al tren de la contingencia y buscó llevar agua a su molino. Por ejemplo:

Los gobernadores de Puebla, Hidalgo, estado de México y el jefe de gobierno del Distrito Federal. Todos se montaron en su macho, se fueron a la yugular de sus iguales en otros estados y aprovecharon los reflectores para crecer su imagen.

Los servidores públicos –como más de un diputado priista–, que viajaron en Metro y se encargaron de publicar fotos y videos del hecho. Como si millones no utilizaran ese medio todos los días.

El gobierno de Morelos que hizo negocio con la basura del Distrito Federal. Luego que el estado de México advirtió que no recibiría los desechos de la CDMX, Morelos abrió sus puertas a cambio de dos millones de pesos diarios.

No pocos senadores –de todos los colores– que subieron a tribuna a desgañitarse contra la situación atmosférica y las autoridades omisas… pero que nunca antes habían tocado el tema.

Y hasta los manifestantes que, a pesar de la contingencia, generaron más tráfico al bloquear calles y avenidas.

Evidentemente, en medio de la crisis, no faltaron los que intentaron –como éxito–, hacer su agosto. Nunca faltan.