Todo el mundo sabe que con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el espacio que ocupa la terminal aérea actual quedará vacío. Y también es sabido que el gobierno capitalino ya solicitó que le entreguen el control de dicho espacio. Sin embargo, lo que no termina de quedar claro es qué va a ocurrir con las 710 hectáreas del AICM, ¿para qué las van a utilizar?
La administración de Miguel Mancera anunció desde octubre pasado el portal www.laopiniondelaciudad.mx, donde los internautas podrán compartir algunas sugerencias. Sin embargo, el sitio todavía no está en operaciones, por eso aprovechamos este espacio para sugerir 50 usos a los terrenos del Aeropuerto Internacional.
- Una réplica del Zócalo. Así los maestros, los electricistas, los anarcos y quien sea podrán plantarse el tiempo que gusten sin afectar a quienes viven y trabajan en el centro de la ciudad.
- Tres, cuatro o hasta cinco universidades de Morena.
- Una zona de entrenamiento para movimientos anarquistas.
- Una residencia alterna para los okupas del auditorio Ché Guevara de la UNAM.
- El Corredor Cultural Ch…oriente. Porque no pudieron con el de Chapultepec.
- Otro reclusorio porque los que hay son insuficientes.
- Un marchómetro. Podría incluir calles y coches, para que los manifestantes se sientan a gusto.
- Otro Santa Fe. Si al primero lo construyeron sobre basureros, éste nacería de las cenizas de un aeropuerto.
- Un megacentro comercial… porque nunca hay suficientes.
- Un mercado para todos los ambulantes de la ciudad.
- Una mega playa artificial; ya viene la temporada de elecciones y el gobierno capitalino necesitará sus playas.
- Un gran bar de mariguana (para ahora que sea legal el consumo lúdico).
- Un mega gimnasio al aire libre para prevenir y controlar la obesidad.
- Una versión capitalina de Las Vegas, después de todo sabemos que algunos funcionarios de la Ciudad de México son asiduos a los casinos.
- Una réplica de “Las Islas” de la UNAM. Con todo y dealers, vagos y parejas que disfrutan de la primavera.
- Otra zona de hoteles de paso; porque Tlalpan ya no alcanza. Eso sí, estos hoteles serían gratuitos para los menos afortunados.
- Una pista de entrenamiento para los conductores del transporte público. ¡Les urge..!
- Un penal sólo para el Chapo Guzmán. Ahí podría dormir a gusto.
- Un área de resguardo y reparación de de monumentos afectados en las marchas.
- Un paseo con réplicas de monumentos y estatuas para que los manifestantes violentos se expresen libremente y los destruyan a placer.
- Una escuela para los conductores chilangos. A ver si así terminamos de entender cómo funciona el nuevo Reglamento de Tránsito.
- Un auditorio “Jaime Rodríguez Calderón”; espacio ideal para dictar conferencias sobre el éxito de las candidaturas independientes.
- Otra nunciatura. Una más grande, más bonita y más privada… pero más humilde. Por si el Papa vuelve a visitar México.
- Otro edificio de oficinas para el INE. Los consejeros nunca están conformes con lo que tienen.
- Un depósito para todos los televisores antiguos que dejaron de ser útiles luego del apagón analógico.
- Un espacio exclusivo para que los conductores frustrados, estresados y enojados puedan tocar la bocina, gritar insultos y manotear hasta que se cansen.
- Un cuarto de espejos para el señor López Obrador. Como todo el mundo es corrupto –incluso su hermano–, es momento de rodearlo con el único ser puro del país: él mismo.
- El castillo de la pureza de Andrés Manuel López Obrador. Ese sitio al que entran corruptos y salen puros.
- Un centro de conciertos para que el gobierno capitalino deje de entorpecer la movilidad con sus actos masivos en el Paseo de la Reforma o las calles del Centro Histórico.
- Una gran ciclopista para que no sea necesario cerrar las calles del centro cada domingo.
- Un centro de votaciones… ahora que el gobierno de la ciudad quiere someter todo a refrendos y consultas populares, es necesario que exista un espacio de esta naturaleza.
- Una gran unidad habitacional para los millones de foráneos que querrán vivir en la Ciudad de México ahora que la Constitución garantice nuevos derechos.
- Un recinto legislativo alterno donde se puedan discutir y aprobar las decenas de proyectos pendientes y las centenas que se encuentran en la “congeladora legislativa”.
- Una escuela para el poder judicial… a ver si ahí les enseñan a seguir el debido proceso.
- Un nuevo Tepito porque las películas pirata y la fayuca no caben en la sede actual.
- Un gran salón de terapias donde los usuarios de redes sociales puedan procesar todo el odio y el rencor que arrastran.
- Un cine gigante –con pantalla enorme– para que el mundo entero pueda apreciar el arte de Alejandro González Iñárritu.
- Un gran asilo para todas las personas de la tercera edad que son utilizadas como carne de mitin. Así se evitarían las molestias de acarrearlos desde sus casas.
- Un Oxxo gigante –con sólo una caja– donde los capitalinos puedan entrenarse en las finas artes del robo hormiga.
- Un espacio abierto donde quepa el ego de Donald Trump.
- Una rueda de la fortuna alterna… por si “los vecinos” de Chapultepec se oponen a la que ya construye el gobierno de la capital.
- Un espacio para mítines, con acarreados, cámaras y prensa. Para facilitar el trabajo a los próximos candidatos a cargos de elección popular.
- Un centro de performances para todos los artistas incomprendidos que requieren de espacios de expresión.
- Un gran refugio para todos los habitantes de esta ciudad de papel que se cae a pedazos en la temporada de lluvias.
- Un table dance para aprovechar el talento –y el exhibicionismo– de los llamados 400 pueblos.
- Una cocina gigante donde se pueda hornear la rosca de reyes monumental, donde se puedan preparar los tamales que regala el gobierno capitalino o donde se puedan hacer los sándwiches y tortas que los políticos regalan en los mítines.
- Una ciudad alterna para las buenas conciencias a las que nada les gusta, nada les agrada, y nada les hace felices; quizá en otra ciudad puedan vivir menos frustrados.
- Un gran campo de béisbol donde puedan jugar los “amigos” de Miguel Mancera.
- Una pista de hielo permanente, para que los capitalinos sientan que todos los días es navidad.
- Un “nuevo, nuevo aeropuerto” para cuando el nuevo aeropuerto deje de ser suficiente.
