3 de 3 ¿Por qué nos toman el pelo?

En la imagen que acompaña esta nota se ven los votos a favor, en contra –y las ausencia–, de un adendum a la Ley General de Responsabilidades Administrativas, mejor conocida como Ley 3 de 3.
Como seguramente sabe, los legisladores del PRI y del Partido Verde votaron en contra de una reserva al artículo 29. Con esta modificación se habría validado la obligatoriedad y el carácter público de las declaraciones de intereses, patrimonial y fiscal.
En una línea similar, un puñado de senadores del PRD –sobre todo los vinculados con Andrés Manuel López Obrador–, y un sector del panismo; prefirieron no votar.

Es decir, que en el colmo del cinismo, del absurdo y de la grosería; una veintena de legisladores se ausentaron del salón de debates al momento de la discusión. Coincidentemente, los faltantes pertenecen a los mismos grupos políticos. ¡Tremenda coincidencia!
Según se ha dicho, un puñado de senadores propusieron que el esquema 3 de 3 funcionara como hasta ahora –con declaraciones públicas y con la demanda de información que definió el IMCO–, sin embargo, 59 votos en contra, 1 abstención y 17 ausencias echaron abajo la sugerencia.
En este momento, la Ley 3 de 3 avala que las declaraciones patrimoniales y de intereses sean públicas, salvo los rubros cuya publicación pueda afectar la vida privada o los datos personales protegidos por la Constitución.
Para muchos, los priistas y verdes “trasquilaron” la Ley 3 de 3. Sin embargo, pocos se detuvieron a pensar que con los votos de los 17 ausentes, el adendum habría pasado sin problemas.
Para los priistas, el planteamiento del 3 de 3 atenta contra la privacidad y contra la seguridad de los servidores públicos.
Y podrían tener razón.
Sin embargo, como políticos que son, están obligados a presentar alternativas.
Algo que no ocurrió.
Por eso, el voto en contra del 3 de 3 –por parte del PRI y de los Verdes–, así como la ausencia de los legisladores de Morena y los de un sector del PAN, sugiere que la clase política sigue sin entender los resultados electorales del 5 de junio.
Todo indica que los políticos siguen sin darse cuenta que el voto de los ciudadanos es un voto de enojo, un voto de indignación y un voto contra la corrupción.
¿De qué tamaño es la ceguera de los tomadores de decisión?
¿De qué tamaño es la desidia de los políticos?
¿De qué tamaño es el miedo de los hombres del poder?