1 de septiembre de 1982, día que se nacionalizó la Banca

Un día como hoy —tanto por la fecha como porque los hechos sucedieron durante un informe de gobierno—, pero de 1982 pasó a la historia por distintos motivos. El 1 de septiembre de aquél año será recordado como el día en que José López Portillo presentó su último Informe de Gobierno; como el día en que un presidente lloró en la Tribuna del Congreso, y como el día en que se anunció la nacionalización de la Banca.

En aquél año, el país se encontraba sumido en una grave crisis económica. Luego que en la década anterior fueron descubiertos importantes yacimientos de petróleo en Chiapas, Tabasco y Campeche, el panorama era alentador y México parecía encaminado a convertirse en un potencia, al grado que el presidente López Portillo llegó a afirmar que habría que “aprender a administrar la abundancia”.

Sin embargo, la mala gestión del Gobierno echó esas esperanzas por la borda. Para financiar la producción petrolera, se contrajo una deuda externa que llegó a alcanzar los 59 mil millones de dólares; aunque en un principio esta cifra no lucía preocupante frente a la perspectiva de amortizar la deuda con los recursos de la extracción petrolera, el precio del crudo cayó, y la decisión gubernamental de mantener el producto mexicano por encima del valor del mercado provocó la pérdida de clientes.

Ante esta perspectiva, la deuda se convirtió en un problema; la moneda se devaluó y los banqueros mexicanos intentaron salvaguardar su capital.

Fue en este contexto que López Portillo subió a la tribuna del Congreso para pronunciar su último Informe de Gobierno. En un discurso pronunciado entre lágrimas, el entonces presidente calificó de antipatriótica la decisión de aquellos banqueros que sacaron su capital del país.

Para contener la fuga de divisas, expidió dos decretos: uno para nacionalizar los bancos privados y otro para “establecer el control generalizado de los cambios. Además, pronunció estas célebres palabras: “¡Ya nos saquearon, México no se ha acabado, no nos volverán a saquear!”.

¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Qué ocurrió con los bancos? ¿Qué sucedió con el endeudamiento?

Al país le costó años salir de aquella crisis. Y más tarde, la llegada de una nueva crisis en la década de los noventa pretendió ser solucionada por Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo con una medida opuesta a la emprendida por López Portillo: la venta de los bancos nacionalizados a entidades extranjeras. Al día de hoy, la deuda pública sigue siendo un problema.De acuerdo con empresas  calificadoras  financieras, el sistema bancario mexicano tiene una perspectiva negativa debido a su dependencia del sector petrolero y el escaso crecimiento económico. Además, la devaluación del peso frente al dólar ha alcanzado niveles históricos. ¿Qué tanto han cambiado las cosas en los últimos 34 años?