Al menos 240 personas fueron asesinadas en los primeros ocho días de 2018, mismos que corresponden a entidades gobernadas por el PAN y el PRD, o en su caso, bajo la bandera de la alternancia en coalición de dichos partidos políticos.
Ayer, en Jiutepec, Morelos, donde gobierna el perredista Graco Ramírez, una familia, incluidos dos menores de uno y 6 años de edad, fue acribillada cuando circulaba en un vehículo.
Otros siete fueron abatidos por elementos de la Marina tras una persecución en una carretera de Los Cabos, en Baja California Sur, entidad que gobierna el panista Carlos Mendoza Davis.
También el domingo, en la noche, el regidor priista Diego Herrera Escárcega, fue asesinado junto a su hijo y otras dos personas en el municipio de Balleza, Chihuahua; así, el estado a cargo del panista pseudoizquierdista, Javier Corral.
A excepción de Guerrero, en donde pretende gobernar desde hace dos años Héctor Astudillo del PRI; tan sólo en la madrugada de ayer, cuatro jóvenes -dos hombres y dos mujeres- fueron ejecutados en Petatlán. De acuerdo con las primeras indagatorias, al menos una de las jóvenes era sobrina del ex alcalde Arturo Gómez, quien también fue asesinado el 29 de diciembre.
Cabe mencionar que, el domingo, más de 60 personas fallecieron en hechos de violencia, entre ellas 11 que murieron en dos enfrentamientos en los que participaron encapuchados, policías comunitarios, agentes estatales y federales en la comunidad de La Concepción, en la zona rural de Acapulco.
