Luego de que el presidente Enrique Peña Nieto, rechazó este lunes que exista “perdón y olvido” para los criminales, porque ello representaría darle la espalda a la justicia, el precandidato presidencial de Morena, ni tardo ni perezoso, salió en su propia defensa y en la de su “elocuente” propuesta.
Andrés Manuel López Obrador “se puso el saco” y acusó que el primer mandatario se está metiendo en la elección. Dijo que Peña Nieto trata de ayudar a José Antonio Meade lanzándole indirectas.
“(Peña) no puede caer en la autocomplacencia y rectificar, es de sabios cambiar de opinión, entonces no voy a condenarlo por lo que dijo, por esa indirecta, pienso que debe reflexionar“, aseveró el de Macuspana.
Un “buen gesto” por parte de Obrador al no “condenar” a Peña y llamarlo a serenarse, a “que no se apasione, que no se caliente”.
Luego de advertir una vez más que el contendiente del PRI a la presidencia de la República “no levanta” en las encuestas, Andrés Manuel pidió a Peña Nieto garantizar que haya una transición pacífica, democrática, respetando el voto de los ciudadanos.
Andrés Manuel López Obrador respondió así, a una crítica indirecta por parte de Enrique Peña Nieto, respecto a su propuesta de amnistía a criminales y dio por hecho, una vez más como hace doce y seis años, su inminente triunfo.
Tal vez quien deba serenarse sea el tabasqueño y, sin duda a él le podría quedar otro dicho popular: “del plato a la boca, se cae la sopa“.
